miércoles, 23 de abril de 2008

LA PLAZA DEL MERCADO


Una de las obras que la administración del alcalde Luís Melchiorri llevó a cabo a fines del siglo XIX fue la construcción de una plaza y jardín central frente a la Recoba o antiguo mercado, zona que era hasta ese momento un espacio de tierra y piedras. Para el efecto, el 16 de mayo de 1895 se constituyó una comisión presidida por el Teniente Alcalde Manuel Nieto con la responsabilidad de presentar los planos del proyecto y el costo total de la obra. Esta comisión, sin embargo, no cumplió con su cometido por lo que el 5 de diciembre el alcalde Melchiorri informaba al Consejo que se había designado una nueva comisión responsable del proyecto, compuesta por José M. Donaire quien la presidía, Ricardo Gambetta y el regidor Octavio Hurtado, señalando además que la obra proyectada “era de importancia y era también el único punto de recreo del lugar.”
La comisión ralizó una erogación pública llegando a reunir S/ 72.75 soles, cantidad que resultaba insuficiente para la verja, la cañería y otros gastos, por lo que el alcalde logró que el Consejo disponga de fondos municipales adicionales.
Para inicios de marzo de 1896 el síndico tesorero de ese entonces presentaba las cuentas de los gastos que se habían invertidos en la construcción del jardín central de dicha plazuela del mercado. No se tiene, sin embargo, la fecha de su inauguración.
El consejo contrató los servicios del agente de policía, que era además entendido en agricultura, para el cuidado y riego de este jardín, asignándole una remuneración de dos soles mensuales.
Con el tiempo este espacio iría adquiriendo la forma de plazuela, la primera que tuvo Ilo y que se convetiría con el tiempo en el centro del naciente Ilo. En ella se realizaban las ceremonias públicas y desfiles.
Más tarde se le conocería a esta plaza con el nombre de Plazuela del Pino y en la actualidad con el nombre Plaza Domingo Nieto.

martes, 22 de abril de 2008

LA PLAZA DE ARMAS


A inicios del siglo XX, la plaza principal de Ilo era la Plaza del Mercado o Plaza de la Recoba, más tarde llamada Plaza Nieto; la Plaza de Armas era sólo un recuadro de tierra frente al cual se levantaba el nuevo templo de San Gerónimo. A lo mucho, podía identificarse en medio de ella un pilón del que se abastecía de agua potable la población del lugar.
Recién en julio de 1915 se tomaron algunas medidas para convertir a este lugar en una plaza pública. Fue en la gestión del alcalde Juan Pedro Vásquez (1912-1915) que por primera vez se utiliza la frase Plaza de Armas para referirse a este lugar; fue en esa gestión que Víctor Juárez propuso al Concejo plantar árboles en ella, a fin de darle cierta fisonomía, para lo cual ofreció hacer pozos de cuatro varas de profundidad por una y media de ancho a razón de cuatro soles por cada uno, lo que efectivamente fue llevado a cabo.
En 1920 la plaza cambio de nombre por el de Plaza 4 de julio, en conmemoración a la fecha en que Augusto B. Leguía llegó al poder por golpe de Estado.
Fue durante la alcaldía de Antonio De La Flor Rodríguez (1932-1933), que se le dio impulso a esta obra: en el mes de agosto de 1932, se autorizó la compra de cañería de fierro galvanizado de ¾•” y 2” para utilizarlas en el riego de la plaza. Dicha compra se realizó con la Casa Donnelly y Cía de Mollendo. Al administrador del ferrocarril se le solicitó alcance un presupuesto de la mano de obra necesaria para realizar el tendido de esta cañería y de las llaves que servirían al regadío, en una longitud de ochenta y cuarenta metros respectivamente. Se compró cañería auxiliar a don Pacífico Oviedo quien la ofrecía a razón de un sol el metro.
Durante el gobierno de don Alberto Wehrle, en agosto de 1938, se contrataron a dos hombres para relimpiar y excavar los pozos existentes en la plaza y hacer nuevas plantaciones de árboles, ya que la mayor parte de dichos pozos carecen de ellos, encargándose al jardinero del camal municipal este servicio.
En el gobierno de Rafael Vásquez (1938-1940), el Concejo empezó en el mes de octubre del 38 una agresiva labor en la Plaza de Armas: se arreglaron los jardines existentes, se excavaron nuevos pozos para colocar plantas, se construyeron unas gradas de cemento, se utilizó nueva tierra vegetal, se rellenó la plaza en varios sectores con el desmonte extraído de las excavaciones y se instaló un nuevo sistema de conducción de agua para los jardines. El alcalde señalo que para terminar las obras de ornato en la plaza de armas era necesario “la construcción de una fila de veredas así como también ocho bancas del mismo material", contratándose los servicios de don Carmelo Choque, pagándose por ello S/ 676.00.
Lo último que se puso a esta plaza fue la pileta ornamental. El mismo Choque presentó un presupuesto para la indicada obra que alcanzó el valor de S/ 200.00. Aunque no se tiene el dato exacto de su construcción, si se sabe que para noviembre de 1939 ya la pileta estaba en funcionamiento en el centro de la plaza. Posteriormente se agregaron al rededor de ella áreas verdes y nuevas bancas y veredas...

EL ORIGEN DE LA GLORIETA


En 1917 era alcalde distrital de Ilo don Augusto Díaz Peñaloza. En el mes de abril de dicho año, se presentó a su despacho el Alférez de Fragata Luís A. Colmenares, señalando "que un grupo de personas avecindadas en la localidad tuvieron la idea de construir un puente que partiendo del Parque Billinghurst terminase en una glorieta situada en el islote de los baños públicos." La idea fue aceptada de buena gana por la autoridad municipal para una zona que se convertía en la de mayor atractivo local. La construcción de esta glorieta no fue fácil; según datos de la época, la comisión de vecinos “había solicitado erogaciones voluntarias ascendentes a la suma de S/ 281,00 además de donaciones de madera, pintura, cemento, clavos, etc. etc.” Impulsor de esta obra, apoyando eficazmente con su trabajo profesional y material, fue el señor ingeniero don Carlos R. Sotomayor "que proporcionó rieles y abrazaderas y el trabajo de los mecánicos necesarios."
Culminada la obra, muchos de los gestores, entre ellos el Capitán de Puerto, Capitán de Corbeta Guillermo Martínez Cabrera, el Sr. Samuel Prieto y Risco, la tripulación de la Capitanía y del Resguardo o Aduana de la época y los matriculados del puerto “insinuaban al Consejo que, a fin de perpetuarse la memoria de nuestros héroes de la marina, se le diese a la glorieta el nombre del Comandante José Gálvez.”
A inicios de mayo la obra ya culminada fue recibida por el alcalde Díaz, quien dejó constancia del agradecimiento, en especial a Colmenares, “por su constancia y trabajo personal en la indicada obra.”
Por su parte el Consejo ordenó colocar los tirantes que faltaban pera la seguridad del puente, el pintado y pavimentado de la glorieta, así como arreglo del parque Billinghurst, nombrándose al efecto una comisión integrada por Luís E. Ghersi (quien ofreció sus servicios profesionales), Pedro Valle y el propio Díaz. Sotomayor ofreció sus servicios para este o cualquier otro trabajo.
Durante el gobierno de Antonio De La Flor Rodríguez, el 23 de noviembre de 1937, se aprobaron algunas obras: ensanchamiento y arreglo del Puente Venus, cuyo presupuesto presentado por Carmelo Choque ascendía a S/ 250,50 incluido la mano de obra y los materiales necesarios y el pintado de la glorieta que estuvo a cargo de Gerardo Villanueva.
Siendo alcalde Alberto Wehrle, en enero de 1938, se inicia la construcción de las graderías de cemento al pie de la glorieta, trabajo realizado por Carmelo Choque a un costo de S/ 120.00, cantidad que no incluía el pasamanos. Para el mes de febrero, se recibe un presupuesto del maestro carpintero don Gerardo Villanueva para la construcción de siete bancas de madera para el kiosco de la isla (nombre con el que se le conocía a la glorieta); un presupuesto de don Daniel Martínez para pintar el kiosco arriba referido y baranda del puente que conduce a la isla en la suma de S/ 140.00 Otro presupuesto de don Patricio Ascaño y de Arturo Mendoza para hacer el mismo trabajo en la cantidad de S/ 140.00 aprobándose la propuests Villanueva para las siete bancas de madera en la suma de S/ 70.00 incluido materiales.
Los trabajos de pintura fueron realizados por Ascaño y Mendoza en un total de S/ 130.00, aprovechando de esta faena para cambiar todas las maderas deterioradas del piso del puente con maderas de pino oregón y colocar el pasamanos a la escala de cemento que acaba de construirse. Más tarde se cubrieron con cemento los pilotes de fierro que sostienen el puente de la glorieta o kiosco.

martes, 8 de abril de 2008

ILO Y LEGUIA


Una parte importante de nuestra historia nacional la ocupa el gobierno de Leguía llamado Oncenio, la primera dictadura peruana cuyo presidente terminó en la cárcel y murió en ella. El Oncenio se caracterizó por el permanente servilismo: las personas se desesperaban por complacerlo, las instituciones por adularlo, los paises por ganarse sus favores, los capitalistas por conseguir de él o de sus hijos esquilmar el erario nacional. Los pueblos de provincias guardaron igual relación con el régimen. Medallas, tarjetas de oro y plata, bustos, plazas, memoriales, fueron enviados de distintos puntos de la patria al "Titán del Pacifico", al "Hombre que nunca debía morir." Al fin, era el hombre que iniciaba lo que él, eufemísticamente, llamó La Patria Nueva.
Ilo no se quedo atrás en este festival. A mediados de la decada de 1920 se iniciaba en nuestro puerto la construcción de la Plaza de Armas, un simple cuadrado lleno de tierra, y aunque empezaba a llamársele así (el centro de Ilo era la plaza del mercado o Plaza Nieto), pronto el concejo le cambió de nombre por Plaza 4 de Julio, en homenaje a la fecha en que Leguía, mediante Golpe de Estado llegó al poder. En 1921, el concejo de Ilo envio un telegrama de adhesión y desagravio por el incendio criminal perpetrado contra Palacio de Gobierno, a escasos meses de celebrarse el Centenario de la Independencia Nacional. Don Juan Tidow, dueño de la empresa Pacocha y ex alcalde de Ilo, regaló al Concejo una fotografía de Leguía con marco dorado y que fue puesto en el salón de sesiones, presidiendo el mismo. A fines de 1929, Ilo intentó realizar una colecta pública para regalar a Leguía una medalla de oro, cosa que no consiguió y se contentó con hacer dicho regalo jnunto con Moquegua.
Pero el régimen cayó a mediadoso de 1930 y, como siempre ocurre, el adulador se convirtió en el más tenaz denostrador del dictador. El 28 de agosto, por la mañana, el cuerpo municipal presidido por don Rafael Vasquez, procedio a retirar el retrato regalado por Tidow de la sala municipal, ante los hechos ocurridos en Lima con el Golpe de Estado de Sánchez Cerro. Pero a las pocas horas, un grupo de pobladores asaltaron el edificio municipal ingresando por la ventana y treparon por la pared hasta el cuarto que servía de depósito, tomaron de allí el retrato de Leguía, lo sacaron fuera y procedieron a destrozarlo en el jardin de la Plaza del Mercado, acompañado, supongo, de gritos en contra del caido Presidente.
La Plaza de Armas perdió su denominación de "4 de julio". El concejo presidido por Vásquez renunció en pleno. La historia fue perdiéndose en la memoria colectiva de los ileños de esa época.