sábado, 8 de noviembre de 2014

EXAMENES LOS DE ANTES



En mayo de 1891 el Concejo Distrital de Ilo, responsable de la educación, comunicó a los preceptores la obligación que tenían los alumnos de rendir dos exámenes semestrales, fijados uno el 27 de julio y otro en diciembre. Para este primer examen la municipalidad distrital de Ilo dispuso que el inspector de educación, don Pedro Valle, distribuyera material de instrucción a los alumnos más pobres y destinó S/ 25,00 para adquirir premio, menciones honoríficas, textos y ropa para los más necesitados.
En la sesión del 12 de junio, los miembros de la municipalidad dio inicio a la planificación de dichos exámenes: se acordó entregar treinta menciones honoríficas a los mejores alumnos, seis textos de aritmética del matemático piurano García Godos, veinte textos adquiridos en Moquegua, 8 cortes de vestido para niños y 8 de lana para niñas. Ese mismo día se formaron dos comisiones: la Comisión Censora, integrada por el alcalde, los dos síndicos y el inspector del ramo, Pedro Valle, cuya función era identificar a los principales alumnos y alumnas en base al cuadro de méritos y la Comisión Examinadora, conformada por dos municipales y dos padres de familia, cuya función era aplicar el examen y entregar el cuadro de méritos a la comisión anterior. Pero en esta sesión hizo algo más: acordó entregar un premio de cinco soles al padre que más se hubiese distinguido en mandar a sus hijos a la escuela y seis al padre que se hubiese procedido igual con sus hijas.
El 19 de julio se aprobó el rol de exámenes: el día 25 estaba dedicado a las niñas, el 26 a la escuela particular y el 27 a los niños, y se estableció un premio de seis soles para aquella madre que más diligente se hubiera mostrado por el adelanto de sus hijos y cinco al padre bajo las mismas condiciones. Ya fijada la fecha, el municipio envió invitaciones a todas las autoridades y personas notables para el día 28 de julio, fecha de la ceremonia del aniversario nacional, que sería aprovechada para realizar la premiación correspondiente.
El día de la evaluación, en este caso el 27, cada alumno extraía una balota y debía desarrollar el tema que en ella se señalaba. Por varias horas el jurado escuchaba con mucha atención las explicaciones y respuestas, generalmente memoristas, tal como era en aquel entonces, la educación nacional. Culminada la jornada, la comisión procedía a establecer el ranking de los alumnos y entregaba finalmente los resultados finales. Al día siguiente, en el local de la municipalidad, se leyó el Acta de la Independencia Nacional, se entonó el Himno Nacional y se leyó el Discurso de Orden. Luego de ello el alcalde don Armando de la Flor procedió a la entrega de los premios correspondientes, en base al Orden de Méritos alcanzados.
En el grupo de niñas fueron calificadas como Sobresalientes Rosa A. Bonatti, Eulalia Juárez y Cristina Villalobos, a quienes se les entregó un corte de tela; calificadas como Bueno: Jesús Cornejo, Rosa Maturana y Elena Leonardo, a quienes les correspondió textos de instrucción y dos cortes de tela.
En el grupo de los niños, fueron Sobresalientes Jesús Alponte, Esteban Hurtado, Lucas Salcedo y Patricio Ascaño, a quienes se les entregó un corte de vestido y menciones honoríficas y Bueno: José Gasco, Antonio Mendoza, Francisco Vásquez y Emiliano Hurtado, a quienes les correspondió un corte de vestido.
En la escuela particular, el cuadro de méritos estuvo compuesto de la siguiente manera: Sobresaliente: Agueda Helfer, Julia Palomares, Raquel Tizón y Dolores Suero, entregándoseles dos cortes de vestido, diploma y textos de enseñanza; fueron calificados de Bueno: Saturnino Helfer y Delfina Palomares, a quienes les correspondió diploma y textos escolares.