LOS MOQUEGUANOS EN LA
GUERRA DEL PACÍFICO
El 7 de junio se escribió una de las más gloriosas páginas de la
historia republicana: el coronel Francisco Bolognesi se enfrentaba a su hora
decisiva ante la exigencia de rendición alcanzada por el ejército chileno. Su
respuesta, “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el
último cartucho”, ha quedado en nuestra historia como una frase llena de
dignidad, de sacrificio y de amor a la patria.
La Guerra del Pacífico ha sido el hecho más significativo de la
historia nacional, incluso, me atrevería a decir, más que la propia
independencia nacional pues nos marcó como nación. El sacrificio de Arica, como
el que sucedió el ocho de octubre en Angamos, nos dieron dignidad y orgullo en
la derrota y sirvió de bálsamo para soportar las terribles consecuencias de los
años subsiguientes y es un permanente recordatorio de nuestro compromiso como
peruanos.
Miles de
peruanos ofrendaron su vida en este hecho. Yo quiero recordar, como un homenaje
a los defensores del Morro, a los moqueguanos que estuvieron junto a Bolognesi
y los que estuvieron presentes a lo largo del conflicto, gracias a un trabajo
que hace años realizó Manuel Zanutelli (1982).
El coronel
Manuel C. De la Torre Barbachán defendió la plaza de Arica con el grado de
teniente coronel, siendo tomado prisionero y permaneciendo en esa condición en
Iquique hasta la firma del tratado de Ancón. Estuvo presente en San Francisco y
Tarapacá y de él escribió el contralmirante Lizardo Montero “Dicho jefe cumplió
con su deber y fue uno de los que más se distinguió en esa celebre hecatombe
tan honrosa que fue Arica.” Fue segundo jefe del batallón Iquique Nº 1, primer
jefe del batallón Tarapacá y jefe del Iquique. Luego de la guerra fue diputado
por Moquegua en 1889 e integró la Junta Calificadora de prisioneros que
estuvieron en Chile en 1890 y entre este año y 1894 ejerció el cargo de cónsul
en Iquique.
El teniente coronel Isidoro Salazar de los
Ríos inicio su vida militar como tripulante de la fragata Amazonas (1860) como
sargento segundo. Durante la Guerra del Pacífico participó en la Campaña del
sur bajo las órdenes de Lizardo Montero y de Gregorio Albarracín.
En Arica estuvo como sargento mayor y fue segundo jefe del batallón Iquique Nº
3, siendo hecho prisionero salvando la vida gracias a la acción de un teniente
chileno.
José Benigno
Cornejo Tapia, en calidad de teniente coronel estuvo presente en las batallas
de San Francisco y Tarapacá integrando el batallón de ese último nombre. Su
biografía lo ubica en Arica siendo uno de los oficiales convocados por
Bolognesi para decidir el futuro de la plaza, siendo su respuesta la de
resistir hasta el final. Perdió la vida en el fragor de la batalla mientras los
peruanos se replegaban para ganar las alturas del morro.
Medardo
Cornejo fue primer jefe de la Batearía Este. Ingresó como soldado raso en el
batallón “Voluntarios de Tacna” participando en el combate del 2 de mayo de
1866. Durante la batalla de Arica fue designado segundo jefe de las baterías
del Morro, organizando las baterías “Ciudadela” y “Este”, logrando disparar la
artillería contra el enemigo, provocando pánico entre ellos. Aunque fue hecho
prisionero, logró evadirse con dirección a Buenos Aires.
El coronel
David Flores fue un sobreviviente de la batalla de Arica en su calidad de segundo
jefe de la torpedera “Alianza”. Participó en la ruptura del bloqueo de Arica
enfrentándose a los buques Magallanes y Covadonga, a los que embistió con sus
torpedos poniéndolos en fuga. Durante la batalla de Arica, participó en el
rescate de la tripulación del monitor Manco Cápac antes de hundir esta nave y
su nave se enfrentó a las chilenas que cerraban el puerto, recibiendo el ataque
enemigo que los obligó a varar la nave en Punta Picata. Al día siguiente Flores y la tripulación
fueron hechos prisioneros conduciéndolos a San Bernardo.
El torateño
Manuel Aduvire participó en la batalla de Tarapacá y combatió en el Morro
siendo hecho prisionero. Había participado antes en los bloqueos de Iquique y
Arica y en el combate de Iquique. Estuvo también en los bombardeos de Arica
entre febrero y junio de 1880. Recibió frases elogiosas de su desempeño de
parte de jefes como Manuel de la Torre y Marcelino Varela.
Anibal Alayza
Mendoza fue segundo maquinista del monitor Manco Cápac y como tal participó en
la campaña marítima contra Chile. El 7 de junio fue hecho prisionero y
conducido como muchos otros hacia San Bernardo donde permaneció en la más
absoluta soledad, sin recursos y sin atención médica para sus enfermedades. Murió
en esa condiciones, a la edad de 40 años, falto de todo recurso y sin recibir ningún sacramento por no haber dado tiempo la enfermedad que lo
aquejaba.
El coronel Pablo
Arguedas Hurtado inició su carrera militar muy joven al lado de Ramón Castilla;
en 1879 estuvo en el levantamiento de Nicolás de Piérola cuando éste se
convierte en dictador luego de la salida de Prado al extranjero. Participó en
la batalla de San Juan como comandante general de la segunda división del
norte, cerca del Morro Solar, donde murió mientras montaba a caballo en la
primera fila del ataque.
Hoy que
recordamos el sacrificio de los bravos de Arica, Bolognesi, José Inclán,
Mariano Bustamante, Alfonso Ugarte, Justo Arias Aragüez y otros, dediquémosle
algunas notas a los moqueguanos que ofrendaron su vida en defensa de la patria.