miércoles, 28 de mayo de 2008

LA EVOLUCIÓN ARQUEOLÓGICA: EL PRECERÁMICO


Desde los trabajos iniciales de Humberto Ghersi, allá por 1956, los estudios arqueo-lógico desarrollados en la cuenca del Osmore han significado importantes aportes en la construcción de la evolución arqueológica local. Gracias a los trabajos de David Jessup, al Proyecto Contisuyo, a Michael Mosseley, a Garardo Carpio, entre otros, podemos acercarnos con mayor precisión a los albores de la cultura local que tuvo punto culminante en Chiribaya.
El Ring Site es el inicio de esta evolución. En este lugar, ubicado en Pampa del Palo al sur de Ilo y hace diez mil años, se desarrolló un grupo nómade de economía parasitaria que basaba su dieta en productos marinos de peña y raíces y frutos de las lomas, convirtiéndose en el asiento marítimo más temprano conocido en los Andes y el depósito de conchas más primitivo del Nuevo Mundo.
El segundo paso en esta cronología es la presencia Chinchorro localizada en el sitio La Cruz en el Valle de El Algarrobal. El grupo Chinchorro se desarrolló en la costa desde Ilo hasta Antofagasta, (9000-8000 años AP). Desarrolló habilidades especiales para la pesca, por lo que se le considera una sociedad de pescadores especializados. Lo que destaca en Chinchorro es la práctica mortuoria. Hace 7000 años los pescadores empezaron a momificar artificialmente a sus muertos. En este proceso, los cuerpos eran eviscerados y desarticulados para luego volverlos a ensamblar y rellenarlos con recursos naturales de su entorno. No obstante estos conocimientos, el hombre de Chinchorro tuvo escaso desarrollo en otras demostraciones culturales, pues sus conocimientos en cerámica, agricultura y textilería son rudimentarios.
Una siguiente etapa lo constituye el Hombre de Villa del Mar (3000 al 1300 A.P.) En esa zona, en julio de 1986, unos obreros de construcción civil encontraron un entierro doble de origen pre cerámico, a una profundidad de 0,50 m. bajo la superficie moderna y que es considerado hasta ahora el entierro más antiguo conocido en la costa del Perú. Este grupo logró un mejor control sobre la naturaleza pues practicó la reproducción de plantas y animales lo que le permitió una la vida más segura. Lo novedoso aquí es la aparición del tejido, confeccionado con fibras de esteras; en algunos casos el tejido incorpora elementos como el algodón natural, pelo de animales y probablemente humano. Los tintes son cuatricolores: rojo, verde, amarillo y café/azul. Usó agujas y realizó diseños geométricos de diagonales escalonadas.
Un último eslabón en esta cadena fue la evidencia localizada a la altura del Kilómetro 4 de la vía férrea hacia la fundición de cobre. Allí (1994), arqueólogos del Proyecto Contisuyo encabezados por Adam Humire ubicaron un cementerio en donde se encontraron cinco cuerpos, dos de los cuales presentan características pecualiares pues, a diferencia del entierro en posición dorsal, uno de un adulto quizá mujer y otro de un niño, están enterrados en posición de cúbito ventral, es decir boca abajo. Uno de los esqueletos, el de la mujer, tiene envuelta la cabeza con fibra vegetal y cuerdas de algodón. La población de Kilómetro 4 eran pequeños grupos de cazadores y recolectores que construyeron sus viviendas protegidas por las quebradas de la zona desde donde podían aprovechar la riqueza del mar, los recursos de la zona adyacente y los diferentes manantes de agua de la zona. Su principal actividad, sin embargo fue la pesca.
El hallazgo más impresionante en Kilómetro 4 es la presencia de una construcción cuya antigüedad se estima en 5-3 mil años lo que la convierte en la primera vivienda del Pre cerámico tardío en la región sur peruana. Es un ambiente de forma trapezoidal que albergó a un pequeño grupo de personas. Las paredes pudieron estar confeccionadas de esteras unidas por postes de madera, sobre un piso de arcilla compacta en cuyo centro se localizaba un fogón en el que se preparaban algunos alimentos y permitía calentar la habitación.
A partir de aquí el poblador ileño empezó a hacerse sedentario, a construir sus casas y formar las primeras aldeas, a desarrollar cementerios y a expresar cierto sentimiento hacia sus muertos, a los cuales enterraba de manera especial. Culturalmente esto es un adelanto muy significativo en el desarrollo del antiguo poblador de Ilo.
La imagen que se incerta corresponde a: Asociación Contisuyo. "Contisuyo. Memoria de las Culturas del Sur"

1 comentario:

Anónimo dijo...
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