martes, 29 de julio de 2008
LAS FIESTAS PATRIAS
Las celebraciones de este 28 de julio son oportunas para conocer de alguna manera cómo se festejaba antaño el aniversario patrio.
La celebración protocolar, desde el siglo XIX, correspondía a la municipalidad que realizaba una cesión con tal motivo, en la que participaban las autoridades locales y vecinos notables; se izaba la bandera en el asta del local municipal, el secretario de la corporación daba lectura al Acta de Jura de la Independencia, se entonaba el Himno Nacional y se daban algunos vivas por el Perú y sus héroes y próceres. En algunos casos el alcalde daba un discurso alusivo a la fecha especial. Luego de ello era infaltable el desfile escolar al frente del local municipal, en la Plaza de la Recoba (hoy plaza Nieto).
Con el tiempo, se incorporó la premiación a los estudiantes que destacaban en aprovechamiento en las escuelas existentes en Ilo. El 28 de julio de 1891, por ejemplo, en la gestión de don Armando de la Flor, se entregaron premios a Rosa A. Bonatti, Eulalia Juárez, Cristina Villalobos, Jesús Cornejo, Rosa Maturana y Elena Leonardo de la escuela de niñas; recibieron también presentes los alumnos Jesús Alponte, Esteban Hurtado, Lucas Salcedo, Patricio Ascaño, José Gasco, Antonio Mendoza, Francisco Vásquez y Emiliano Hurtado de la escuela de varones. En el caso de la escuela privada, fueron premiados Agueda Helfer, Julia Palomares, Raquel Tizón, Dolores Suero, Saturnino Helfer y Delfina Palomares. Esta fue una práctica común hasta mediados del siglo XX.
La población participaba en otros festejos: era común el desarrollo de juegos y competencias entre los estudiantes locales, en una especie de gimkana en la que exhibían sus habilidades físicas, además de un baile por fiestas patrias en la plataforma frente al ingreso del muelle fiscal, frente a la glorieta.
A partir de la década del ’40 se hizo común la competencia entre botes, conocidas como regatas, realizada luego del 28 de julio en homenaje a las fiestas patrias. Ésta se corría entre el muelle fiscal y el muelle de la fábrica Episa, con la participación de varios equipos, entre los que destacaban los conformados por Alberto Villanueva, los hermanos Apolinar, Timoteo y Raúl Valdivia, Antonio Datto, Raúl Rospigliosi, Manuel y René Zegarrra y Fermín Obregón; participaban también el equipo de los “gringos” hermanos Garrido y el equipo de los del norte entre los que se contaban Rodolfo Pacheco, Pablo Ramírez, Orlando Apesteguía.
Luego de ellas, vencedores y vencidos festejaban a lo grande en el restaurante de doña Esther Jiménez, la anfitriona tradicional del puerto, en donde se premiaban a los ganadores con diplomas, medallas, encendedores y botecitos de plata.
viernes, 18 de julio de 2008
NOTICIAS SOBRE PIRATAS
Existen muchas noticias sobre piratas en Ilo pero poca información documentada sobre el tema. Algunos vestigios han motivado más la imaginación que la búsqueda de la información histórica. Don Hernán Chocano afirmaba que a fines del siglo XIX, al hacer excavaciones en el centro de Ilo, se encontraron momias que pertenecían a personas de elevada estatura, superior al metro ochenta. "No eran nada cobrizos y más bien tenían la piel blanca y el cabello, especialmente de las mujeres, era de color castaño."
Don Ricardo Palma señala en una de sus tradiciones que los piratas Harris, Cook y Mackett salieron de Jamaica en marzo de 1679 con nueve buques, y después de hacer en el mar valiosas presas, atacaron los puertos de Ilo y Arica. En otra escribe Palma que los filibusteros Juan Guarin y Bartolomé Shearps entraron por la Mar del Sur, hicieron en Panamá algunas presas de importancia y saquearon los puertos de Barbacoas, Ilo y Coquimbo.
El 23 de marzo de 1679 el pirata Sharp al mando de nueve embarcaciones y 331 filibusteros recorrió el Pacífico, llegó a Arica, puerto que intentó sorprender por la noche sin conseguirlo, y luego cambió rumbo a Ilo, en donde se abasteció de agua y víveres, luego de lo cual ordenó su saqueo. Partió luego a Coquimbo y de allí pasó a la isla Juan Fernández.
En 1690 hizo su aparición en las costas de Chile un navío comandado por el pirata Juan Strong; en marzo de 1693, este pirata fue avistado en los puertos de Ilo e Iquique, sin tener mayor información. Sólo se sabe que, en enero de 1694, el gobernador de Chile Tomas Martín de Poveda anunciaba barcos piratas en Concepción. "Por fortuna -remarca Vargas Ugarte- ninguno de estos filibusteros intentó desembarcar en las citadas poblaciones, pero debió hacerlo en algún paraje de la costa donde fue sorprendido por los de tierra y se le hicieron 10 prisioneros, condenando a dos de ellos a la pena capital."
Los puertos de Ilo y Arica eran muy frecuentado por piratas debido a que los cargamentos de plata de la mina de Potosí usaban estos puertos para el embarque del preciado mineral. En abril de 1796 el Capitán La Orue divisó en el sur un navío pirata que rehuyó el combate, persiguiéndolo hacia las costas de Chile sin éxito y regresando por Iquique y Arica hasta Ilo, a donde arribó el 17 de julio. El capitán La Orue tenía el encargo de vigilar la costa sur. Este personaje fue el que avisó al Intendente de Arequipa, Salamanca, que una nave corsaria inglesa de nombre Les Deux Amours capitaneada por Samuel Wilson, andaba merodeando la costa del sur y asaltando naves, siendo él mismo víctima de ese corsario, al que pagó como rescate la cantidad de 10, 000 pesos.
Mucha información verbal ha llegado a la actualidad comentando sobre piratas en Ilo; algunas cometan que la playa Puerto Inglés debe su nombre a que esta era la zona donde los contrabandistas ingleses desembarcaban su carga para introducirlas hacia Arica, Moquegua y el Alto Perú. Otras hablan que hacia el norte de Ilo existen tesoros ocultos, mapas indescifrables, cuevas y tumbas aun no descubiertas; lamentablemente no se han encontrado hasta ahora evidencia creíble sobre estos datos.
Mientras tanto, las versiones siguen alimentando la leyenda sobre piratas.
GRAFICO: Croquis de la rada de Ylo dibujada por el frances Louis Feuille.
miércoles, 2 de julio de 2008
LA VIRGEN DEL ROSARIO : PATRONA DE ILO
La devoción por la Virgen del Rosario es muy antigua en Ilo.
Una de las primeras noticias que se tienen al respecto es que la que ofrece la biografía de Domingo Nieto, quien en 1821 sufragaba de su propio bolsillo misas en honor de aquella y, cuando redacta su testamento en Cuzco a inicios de 1844, señala expresamente que se le oficie una misa y se le entregue un traje nuevo en su nombre a la patrona del Valle de Ilo.
Desde sus inicios, la devoción a la Virgen del Rosario se manifestó en donaciones que los fieles de Ilo le dispensaban y que habla con mucha claridad, de la vida económica del valle de Ilo y de muchas familias locales.
Existe en el Archivo Arzobispal de Arequipa un documento titulado “Inventario de las Alhajas de Nuestra Señora del Rosario de Ilo que existen en poder de su Mayordomo don Andrés Dávila, y cuyo inventario me ha entregado el cura que fue de dicha doctrina Don José Manuel de Walde para que se archive en mi secretaría. Arequipa y setiembre de 1849” en el que se presenta la realción pormenorizada de las joyas que adornaban permanentemente a la virgen, entre las que se pueden mencionar: una corona y bastón de plata dorada, dos niños, uno en los brazos con su corona de plata y su bastoncito con sus borlas de perlas chicas muy menudas y su topacio de puño engastado, una fachada de diamantes en tres varillas, una cruz de igual material que pende de un lado de la imagen, todo engastado en oro y pendiente de una cinta de terciopelo, en un peso calculando en una onza y tres adasmes, tres sortijas ordinarias, 2 en oro y una en latón, un par de zarcillos de diamante engastados en plata con tres topacios, una sortija de diamantes engastados en oro con cinco diamantes, un par de zarcillos de esmeraldas verdes en oro, un par de zarcillos de esmeraldas verdes engastadas en oro con un chorro menor y dos esmeraldas de centro, un aguador con 84 perlas finas dispuestas en 4 hileras con sus almohadillas, una cruz de oro con su Cristo, un rosario de perlas falsas con su cruz de concha de perla engastada en oro, un rosario de perlas finas engastadas en oro compuesto de 7 misterios, con un total de 93 perlas de tamaño regular con Padre Nuestro de oro, un rosario de pimientas de oro compuesto de diez misterios y cruz de venturina verde engastada en oro y 3 cuentas grandes, un par de zarcillos de piedra ordinaria blanca, una sortija de piedra ordinaria engastada en oro, tres mantos, una alfombra de 2 paños, un incensario de plata inutilizado por lo roto, una cruz chica de oro y un vaso chico de oro, etc.
Lamentablemente con el pasar del tiempo muchas de estos objetos fueron perdiéndose y desaparecieron por completo con el terremoto de 1868.
Curiosamente, entre las posesiones que tenía la virgen estaba un mulato de nombre José Córdova; este esclavo fue adquirido en 250 pesos a su primer amo don Juan Hurtado con la intensión de que sirva a la Virgen del Rosario y cante en el coro de la misa de los sábados. Su tarea era exclusivamente atender a la virgen, cambiarle flores permanentemente, mantener sus pertenencias y acompañarle y cantarle en las misas dedicadas en su honor.
No se tiene datos precisos sobre la fecha en que fue declarada patrona de Ilo. Sin embargo, su fiesta era el acontecimiento religioso más importante de la comunidad. En agosto de 1868 un maremoto destruyó el antiguo templo de San Gerónimo, logrando salvarse algunas pertenencias, entre ellas las imágenes de la Virgen del Rosario y de San Gerónimo que en la actualidad están ubicadas en el altar del templo de la ciudad.
La Virgen del Rosario cuenta con una cofradía, que es una de las instituciones vigentes más antiguas de la localidad.
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