domingo, 11 de mayo de 2008

ILO DURANTE LA COLONIA.



Los primeros españoles llegaron a Ilo en 1539 y lo llamaron Valle de San Gerónimo de Ilo. Inicialmente este poblado se ubicaba en la margen derecha del río, pero Vicente de Córdova lo trasladó a la margen izquierda, en donde se levantó un poblado en el que se "descubre la iglesia y una cincuentena de cabañas construidas con ramas de árboles dispersas aquí y allá, cerca del arroyo que serpentea en medio del valle."
Con el tiempo Ilo se convertiría en curato, del que dependía el curato del Valle de Tambo, pero hacia 1682 ambos se separaron, teniendo en cuenta la considerable distancia entre ambas doctrinas.
Cuando en 1793 el Intendente Antonio Alvarez y Jiménez llega a Ilo el 18 de julio, encontró un pueblo pequeño y pobre, a orillas de un río escaso, frente a la cual su gente "necesitaban ausentarse en busca de trabajo para hacer subsistir a sus familias." Sobre San Gerónimo Álvarez decía que "Su población es corta, mal entablada y sus habitaciones dan a conocer la escasez y miseria de los vecinos de ella; son formadas sin orden parte de adobe y las más de piedra negra con barro y techumbre de sauce y álamo cubierta de paja que vulgarmente llaman "matara", de suerte que propiamente hablando no se les puede ni debe dar otro nombre que el de chozas."
De todo ese pueblo destacaba el templo dedicado a San Gerónimo "que es de un solo caño de competente largo y ancho, todo de adobe y barro, con la techumbre de tijera de mangle y cubierta de tablazón de alerce, toda nueva con su torre del propio material."
El 18 de agosto de 1713 llegó a Ilo el francés Francois Amadee Frezier y anotó en su cuaderno: “El valle de Ilo parece sólo una pequeña grieta que parece abrirse poco a poco, a medida que uno se acerca, hasta que se descubre la iglesia y una cincuentena de cabañas construidas con ramas de árboles, dispersas aquí y allá cerca del arrollo que serpentea en medio del valle; en esto consiste la aldea de Ilo, casi toda construida y habitada por franceses. El arroyo a veces se muestra propenso a secarse cuando en invierno no ha sido lluvioso en las altas montañas. Se padeció esta sequía en 1713 y fue necesario enterrar barricadas en la arena para recoger el goteo de las tierras. Es mucho más fácil abastecerse de madera que de agua, porque el valle está cubierto de árboles; pero desde hace catorce años los franceses han talado tal cantidad que los bosques se han alejado a una legua del mar. Además de los bosques, muchos lugares de este valle están poblados de hermosas calles de olivos, de los que se extrae el mejor aceite del Perú y de muchos árboles frutales, naranjos, limoneros, higueras, guayabos, bananos y lúcumos, de los que ya hablamos. También se encuentra esa especie de fruta que en el Perú llaman palta y aguacate en las Antillas, la sustancia que lo envuelve es verdosa y blanda casi como la mantequilla; cuando se la come con sal, también su gusto se parece algo a ésta, mezclado con el de la avellana… Por lo demás, en el valle de Ilo se cultiva algo de trigo y de legumbres, pero mucho más de alfalfa… Los comerciantes llegan a Ilo desde Cuzco, Puno, Chuchito, Arequipa y Moquegua, pues este es el puerto más cercano; y si no hay navíos en Arica, también vienen de La Paz, Oruro, La Plata, Potosí y Lipes, de modo que este puerto resulta, entonces, el mejor de toda la costa para el comercio de las mercaderías europeas…
El valle de Ilo, que hoy sólo está ocupado por tres o cuatro haciendas, abasteció antiguamente toda una ciudad de indios cuyos vestigios aún se encuentran hasta dos leguas del mar; las casas, que estaban construidas de caña aparecen arrasadas a nivel del suelo, triste consecuencia de los estragos hechos por los españoles entre los indios…”

1 comentario:

RAUL JOSE dijo...

Hola Edwin.
Acuerdate tambien que Ilo se escribia de otra forma "YLO".
Historia aparte?