miércoles, 7 de enero de 2009

LUCAS MARTINES VEGAZO. PRIMER ENCOMENDERO DE ILO.

Cuando Pizarro, allá por 1540, se encontraba en Cuzco, empezó a entregar encomiendas a quienes lo habían acompañado a la invasión del Tawantinsuyo. Uno de ellos fue don Lucas Martínez Vegazo, amigo de Pizarro, quien recibió de sus manos una encomienda en la que figuraba el valle de San Gerónimo de Ilo, convirtiéndose en el primer encomendero de este valle.
Lucas Martínez, al igual que Pizarro, nació en Trujillo de Extremadura entre 1511 y 1512; fue hijo legítimo de Francisco Martínez Vegazo y Francisca de Valencia. A la edad de 19 años se embarca hacia las Indias junto con los hermanos Pizarro, bajo las órdenes de Francisco, participando en el segundo y tercer viaje que culminó con la invasión del Tawantinsuyo. Su condición era la de soldado de a pie, lo que le exponía a mayores dificultades y sólo recibía una paga insignificante, tal como ocurrió en Coaque, en donde obtuvo sólo 14 pesos.
Estuvo presente en la masacre de Cajamarca y en el reparto del rescate le correspondió 135 6/8 de marcos de plata y 3 380 pesos de oro; con esta fortuna formó junto a Alonso Ruíz una Compañía para la conquista del Perú, lo que le cambio la vida. Curiosamente, lo primero que hace Martínez, es adquirir uno o dos caballos en el que invirtió 2 700 pesos, negocio rentable pues el caballo otorgaba prestigio social, rango militar y permitía a su dueño recibir en los repartos un pago superior casi en cuatro veces al que recibía el soldado de a pie.
Fue el español que más había recorrido el Perú hasta 1533. Estuvo en el juicio a Atahualpa e incluso fue autor de una relación sobre lo sucedido. De Cajamarca pasó a Jauja y luego a Cuzco a fines de 1533, participando en el saqueo de la ciudad, con lo que su fortuna creció sobremanera. Le correspondió un solar en el Hatun Cancha y en el reparto del botín, recibió 2000 pesos ensayados de oro y cerca de 1 517 pesos en plata, con lo que un cálculo sobre su fortuna daría una cifra de dos millones de pesos.
En agosto de 1535 Pizarro le entregó en encomienda los indios Carumas y, más tarde, recibió en la misma condición los indios Ubinas, aunque esta encomienda nunca le fue reconocida. En 1 537, como una secuencia lógica, fue regidor del cabildo del Cusco. Fue vecino notable de Arequipa y como tal, Martínez recibió en 1540, a la edad de treinta años, su última gran encomienda que lo consolidaba como rico colono, poderoso encomendero y próspero comerciante, aquella que iba desde la propia Arequipa hasta el norte de lo que hoy es Chile, teniéndose como cierto que fue el fundador de la ciudad de San Marcos de Arica.
Tuvo una vida interesante; no formó familia pero, estando muy enfermo, contrajo nupcias con María Dávalos del Castillo, hija de Nicolás de Rivera, alcalde de Lima y de doña Elvira Dávalos quien le pidió 20000 pesos por el matrimonio con su hija, cantidad que se redujo hasta 12000 pagados al contado. El matrimonio se celebró el domingo 20 de abril de 1567 en la cama del moribundo quien no podía ni sentarse. Nueve días después, el 29 de abril, a las tres de la tarde, Lucas Martínez Vegazo entregaba su alma a Dios.

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